Es polaco. Su apellido tiene solo una vocal: Szyszka. Y ante la pregunta de cómo se hace para pronunciarlo, sus ojos azules se iluminan con una enorme sonrisa y responde: "como todo en polaco: con mucho cariño". Y añade: "significa papa dura", mientras da pequeños golpecitos en su cabeza con la mano derecha.

- ¿Y usted es "cabeza dura"?

- Sí, mucho...

Así terminó la entrevista.

Buscando material
La charla había comenzado con muchísima más solemnidad, porque lo que vino a contar es muy serio: está recorriendo en la Argentina los lugares por donde anduvo Juan Pablo II, revisando -cámara en mano- hemerotecas y archivos de diarios y eclesiásticos. Su objetivo es recopilar el material con el cual se dará forma al tomo argentino de una serie de libros que está editando el Instituto Papal Juan Pablo II, de Varsovia. "Estamos investigando su presencia en todo el mundo y los efectos que sus visitas dejaron", explica el padre Tomasz. El proyecto tiene su sede en la Universidad Cardenal Stefan Wyszyn'ski, que además prepara un simposio internacional sobre el tema.

"El libro sobre Argentina estará listo en 2013. Ahora están disponibles el capítulo peruano y el ecuatoriano. Salieron solo en polaco, pero fue tanto el interés por la versión castellana (de hecho, se están tramitando las traducciones), que el de Argentina se editará simultáneamente en polaco y en español.

- ¿Cómo aprendió español?

- Por necesidades pastorales: fui misionero durante 10 años en Bolivia. Trabajé en comunidades aymara. De hecho, los artículos a mi cargo en los libros tratan las relaciones de Juan Pablo II con los aborígenes, indios... Ese es uno de mis problemas: no tengo claro cómo llamarlos para que no sea ofensivo. Hace 10 años llamar "indio" a alguien en Bolivia era un insulto. Hoy se presentan a sí mismos diciendo "soy indio".

- ¿Es complicado lograr la información?

- La oficial, no. Pero en algunos países recién ahora la gente se está animado a hablar. En Perú, por ejemplo, el miedo a Sendero Luminoso dificultó la tarea, pero ya dije: ¡soy cabeza dura!